jueves, 12 de abril de 2012

EL CREDO DEL COMPETIDOR - BLESS

Soy cristiano en primera y ultima instancia. Soy creado a la semejanza de Dios todopoderoso para darle la gloria a él. Soy miembro del equipo de Jesucristo. Llevo puestos los colores de la cruz.

Soy un competidor ahora y para siempre. He sido creado para luchar, esforzarme, superar y triunfar en el campo de la competencia. Soy un competidor cristiano y como tal enfrento a mi contendiente con la cara de Cristo.

No confió en mi mismo. No hago alarde de mis habilidades ni creo en mi propia fuerza. Confió plenamente en el poder de Dios. Compito para el deleite de mi padre celestial, el honor de Jesucristo y la reputación del Espíritu Santo.


Mi actitud fuera y dentro de la cancha esta por encima del reproche, mi conducta va mas haya de la critica. Sea que me este preparando, practicando o jugando; me someto a la autoridad de Dios y a la de aquellos que él ha puesto sobre mi. Respeto a mis entrenadores, administradores, compañeros de equipo y competidores por respeto al Señor.



Mi cuerpo es el templo de Jesucristo. Lo protejo interior y exteriormente. Nada entra en mi cuerpo que no honre al Dios viviente. Mi sudor es una ofrenda a mi Maestro. mi cuerpo adolorido es un sacrificio a mi salvador.

lo doy todo, todo el tiempo. No me doy por vencido. No me rindo. No cedo. Soy el GUERRERO del Señor. Un competidor con convicción y discípulo de la determinación. Confió mas haya de la razón porque mi confianza yace en Jesucristo. Los resultados de mis esfuerzos deben, por consiguiente, ser para su gloria.

Que empiece la competencia y que la gloria sea para Dios.